miércoles, enero 11, 2006

Te echo de menos

Las mañanas de los domingos, cuando yo bajaba a comprar el periódico y desayunábamos en la cocina, mientras esperabas a que yo tomara mi último mordisco de mi pan con tomate para encenderte un cigarrito. Luego vagueábamos un rato por la casa. Tú hacías algo de comer y nos dábamos un empacho de “Friends”. Echo de menos las confidencias de medianoche, antes de dormir. Aun añoro más tus “¡Que rarooooooooooo!” “¡Su PUTA MADRE!”. Cuando el chico con lunares como lagrimas dormía conmigo y a la mañana siguiente me comentabas que al acercarte a la cocina se oían mis susurros desde la nevera. Echo de menos tu risa. Echo de menos que un día cualquiera antes de llegar a casa, me llamaras para tomarnos una cervecita en la terraza del barrio. Echo de menos a la mejor compañera de piso que he tenido nunca.

Tú estas lejos, en otro país, luchando por lo que crees, luchando por todo aquello en lo que también yo creo desde mi confortable casa, que también te echa de menos.
No sé que estarás haciendo ahora, me imagino tu vida, a estas horas de la noche te quedara poco para el toque de queda, para volver a tu casa a dormir, y seguir luchando contra el hambre mañana. Echaras de menos a tu chico entre tus sabanas, desearías que hubiera más fondos para que no se murieran más niños cada semana. Desearas que el mundo fuera más justo para que tú no tuvieras que estar en la otra punta del mundo dando tu vida. Desde aquí nos acordamos de ti y se nos llena la boca recordando viejas historias, comentando el último mail tuyo recibido, recordando tu extradición este verano, recordando tu visita en noviembre, recordándote y esperando tu vuelta.

Supongo que echo de menos a una amiga.