lunes, octubre 09, 2006

Sí, suena Al Green

Todo a mí alrededor huele a Sam. Es algo que me cuesta explicar, supongo que tiene que ver con que mis padres tuvieran una tintorería cuando era niña, y que junto a su tienda hubiera un taller mecánico, todo a mi alrededor eran olores, olores abstractos, a químicos, a aceite, y olores inexistentes. A veces esos olores vuelven a mí. En ocasiones son olores concretos, de perfumes, de un cuerpo, a veces son olores abstractos, como el de Sam.

Él olía a una mezcla entre crema para bebes y aceite de lavanda. Todo huele a él a mi alrededor, tanto que he decidido salir de casa, e intentar ahuyentar su olor con cada cigarro que me fumaba, hasta que finalmente he dejado de fumar contra él y he comprado una botella de vino, para brindar por Sam, y por todos los recuerdos que ha traído consigo. He recordado la primera vez que nos vimos en aquel sitio rodeados de música, con nuestra pequeña batalla de baile. Recuerdo su pantalón remangado solo por una pierna, para que no se enganchara con la cadena de la bicicleta. O cuando me regalaba entradas para el cine Cameo. La primera visita al estudio del pintor para el que trabajaba, rodeada de nuevos olores a pintura, a madera, a lienzos sin secar y al cuerpo de Sam. Recuerdo aquella noche que no quería salir y que acabo con nuestro primer beso…
Recuerdo que era sábado y tú querías salir a bailar, te habías puesto tus zapatos blancos y querías danzar en el bar de “Blue Note”. Yo quería ver a ese camarero alemán 4 años menor que yo que me hacia soñar cada noche. Así que tras ver por decimoctava vez “Los Amantes del Circulo Polar” me reuní contigo y con Ben en ese bar. Ben ya había bebido demasiado y me hablaba de alguna película que yo no había visto. Desde la distancia me mirabas y guiñabas uno de tus enormes ojos. Decidiste que esa noche nos emborracharíamos, y yo brinde por ello. Miraba a la puerta del bar esperando que entrara ese camarero alemán que nunca llegaba. Y pensaba en toda la gente que entraba, a la que tal vez la esperen en algún lugar... cuanta gente a mi lado, que no me importa que no me interesa, pero ¿dónde estará él? Probablemente en algún lugar donde alguien espera a alguien que no llega. Pasaban las horas, tú y yo seguíamos bebiendo, cuando Ben decidió abandonarnos antes de perder del todo el equilibrio. Nosotros nos reíamos. Entonces tú decidiste que era la hora de bailar hasta matar nuestros miedos, nuestras pesadillas y nuestros deseos, y yo brinde por ello con un movimiento de pies. La música era funky, la música era rápida, pero entonces tú yo comenzamos a bailar muy juntos, muy cerca, me hablabas al oído, me decías todo aquello que yo necesitaba escuchar. Jugábamos al juego de vamos a besarnos... tal vez... tu boca roza mi oído... tú boca se acerca a la mía, para volver a alejarse, nos sonreímos entre al música y entre tanto desconocido. Tú boca vuelve a susurrar algo en mi cuello, mientras yo pienso en tu aliento que roza mi piel y en tu olor tan suave, tan dulce. Tu cara roza mi mejilla, y nos volvemos a sonreír entre el humo, entre la excitación, entre la música. Tu brazo se apoya en mi cintura y yo deseo que nunca se separen, tus labios rozan mi piel, entonces cerré los ojos y decidí no pensar, suspiraba tu aliento, y mi cara se alejaba. Me di cuenta de que yo sabia jugar a ese juego, te voy a besar, pero juguemos al juego de somos amigos y no va a pasar lo que está pasando. Hasta que nuestros labios se juntaron y deje de jugar a ser amigos. Y entonces tú y yo nos dimos aquel beso, el mejor beso de mi vida, el número uno en mi lista de besos. Mientras me rodeaba tu olor, la suavidad de tu piel, el sabor de tu boca. Me reí, y me fui del local, porque me dio miedo sentir lo que sentí esa noche.

Todavía cuando escribo esto, pese al vino brindado en su honor, pese al tabaco, pese a que lo intento, todo sigue oliendo a él.

3 Comments:

Blogger Meet me in Montauk said...

sí es cierto... en estos tiempos de sequía de tipos interesantes, hay que vivir de los recuerdos... que remedio.
Un beso enorme, y a ver si encuentras por esas tierras balcánicas alguna historia linda.

7:55 p. m.  
Blogger Fio de Beque said...

leer todo esto me hizo recordar momentos muy intensos... vaya, pero si los sigo viviendo!!! gracias ehh ;)

12:39 a. m.  
Blogger Meet me in Montauk said...

me alegra lo que me dice señor magoonifico. Un abrazo

12:43 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home