Me llamó A. al parecer Rita estaba en plena forma. Rita es un escarabajo naranja, el coche más bonito sobre la faz de la tierra. Nos proponía hacer un viaje a Cuenca, dijimos que sí, pero finalmente nos echamos atrás todos debido al frío… todos menos su novio. A. y su chico partieron hacia la ciudad de las casas colgantes. Me resulto curioso cuando me comento que a mitad del viaje se dieron cuenta de que era su aniversario.
Claro, normal… ahora las relaciones son mucho más complicadas.
Cuando teníamos quince años en plena adolescencia y explosión hormonal, había dos opciones o te “pedían rollo” o te preguntaban “si querías ser su novia”. Si decías que sí, sobre todo en el segundo caso, marcabas tu calendario con un círculo de colores: X me ha pedido salir. Celebrabas cada aniversario: hoy hacemos una semana, hoy hacemos un mes, hoy hacemos un mes y cuatro días. Una semana antes de tu aniversario ya estabas pensando si comprar un regalo y que le gustaría.
Hoy en día…. Uffff hoy en día amigos el tema es mucho más complicado. Antes era todo figurativo, como Velázquez, hoy es abstracto como Pollock.
Hoy con esta edad, en la que te morirías de risa sí un chico te pidiera salir. Conoces a alguien, te atrae, tú le atraes y una cosa lleva a la otra… y entonces… llega…. la mañana siguiente. El desayuno es decisivo, sí él y tú parecéis tranquilos y él o tú no salís disparados por la puerta… entonces la cosa va bien. Sí él baja a la panadería de debajo de su casa a comprar pan fresco o croissants, entonces la cosa va realmente bien. Pero entonces llega la siguiente traba: la segunda vez. En la segunda cita, eres capaz de dar dos besos por temor a que él te diga: “Estuvo muy bien, PERO FUE UN ERROR”. Por tanto él pone cara de Tom Cruise, si, esa cara neutra, de la que no eres capaz de sacar ningún sentimiento. Mientras ambos os preguntáis ¿En que cama dormiré esta noche?
Un par de cervezas siempre pueden relajar la situación, al igual que una sesión de cine, una cena o una charla tranquila… y te despiertas en una casa en la que en el baño la tapa del water esta en estado natural levantada.
Entonces te enteras de que él te considera su novia (horrible palabra) cuando conoces a uno de sus amigos y te comenta: “ahhh ¿entonces tú eres N. la novia de X?” Mientras tú piensas: “Dios mío, soy la novia de alguien”
El problema son las rupturas. ¿Como rompes con alguien con el que ni siquiera sabes sí tienes una relación?: “ya no quiero dormir contigo” “ya no le voy a decir a mis amigas que eres mi novio”.
Definitivamente antes era todo mucho más sencillo: “He estado pensando, y eres una persona maravillosa, pero… el problema no eres tú, soy yo. ¿Podemos seguir siendo amigos?”