jueves, febrero 23, 2006

Otra carta sin respuesta

Saludos desde el lado de acá. Aquí el sol se sigue asomando a mi ventana cada mañana para así poner una gran sonrisa en mi rostro. Para llegar a mi ordenador y agrandar mi sonrisa con tus palabras... ¿quien soy? En ocasiones sigo siendo la niña que miraba al suelo por vergüenza a hablar o decir un: "hola, ¿qué tal?", en otras soy la adolescente descarada, que replica desafiante a cualquier palabra; ayer era melancólica, triste y estaba exhausta de tanto dolor, y sin querer hago daño, hablo sin pensar... para defenderme, para que mas tarde me duela mas a mí. Hoy voy por la calle soñando, despistada y sonriente, mientras cuento las nubes en el cielo.
¿Quien soy? Soy esa chica que cada noche se asoma a su cama soñando contigo, y que se levanta por la mañana con la sorpresa de que no estés a su lado.
¿Soy real? real, imaginario, onírico, cierto...¿real? no, no lo creo, ¿deseo ser real? en ocasiones, cada vez mas, cada día menos
Soy la chica que te manda besos desde el otro lado, besos llenos de Aa, de abrazos, de sonrisas, de Eee, de besos.
Soy la chica que espera tus palabras, tus sonrisas, tus lunares como lagrimas, tus abrazos, tus tres besos.

miércoles, febrero 22, 2006

Era febrero, frío que te cagas




Me llamó A. al parecer Rita estaba en plena forma. Rita es un escarabajo naranja, el coche más bonito sobre la faz de la tierra. Nos proponía hacer un viaje a Cuenca, dijimos que sí, pero finalmente nos echamos atrás todos debido al frío… todos menos su novio. A. y su chico partieron hacia la ciudad de las casas colgantes. Me resulto curioso cuando me comento que a mitad del viaje se dieron cuenta de que era su aniversario.
Claro, normal… ahora las relaciones son mucho más complicadas.
Cuando teníamos quince años en plena adolescencia y explosión hormonal, había dos opciones o te “pedían rollo” o te preguntaban “si querías ser su novia”. Si decías que sí, sobre todo en el segundo caso, marcabas tu calendario con un círculo de colores: X me ha pedido salir. Celebrabas cada aniversario: hoy hacemos una semana, hoy hacemos un mes, hoy hacemos un mes y cuatro días. Una semana antes de tu aniversario ya estabas pensando si comprar un regalo y que le gustaría.

Hoy en día…. Uffff hoy en día amigos el tema es mucho más complicado. Antes era todo figurativo, como Velázquez, hoy es abstracto como Pollock.
Hoy con esta edad, en la que te morirías de risa sí un chico te pidiera salir. Conoces a alguien, te atrae, tú le atraes y una cosa lleva a la otra… y entonces… llega…. la mañana siguiente. El desayuno es decisivo, sí él y tú parecéis tranquilos y él o tú no salís disparados por la puerta… entonces la cosa va bien. Sí él baja a la panadería de debajo de su casa a comprar pan fresco o croissants, entonces la cosa va realmente bien. Pero entonces llega la siguiente traba: la segunda vez. En la segunda cita, eres capaz de dar dos besos por temor a que él te diga: “Estuvo muy bien, PERO FUE UN ERROR”. Por tanto él pone cara de Tom Cruise, si, esa cara neutra, de la que no eres capaz de sacar ningún sentimiento. Mientras ambos os preguntáis ¿En que cama dormiré esta noche?
Un par de cervezas siempre pueden relajar la situación, al igual que una sesión de cine, una cena o una charla tranquila… y te despiertas en una casa en la que en el baño la tapa del water esta en estado natural levantada.

Entonces te enteras de que él te considera su novia (horrible palabra) cuando conoces a uno de sus amigos y te comenta: “ahhh ¿entonces tú eres N. la novia de X?” Mientras tú piensas: “Dios mío, soy la novia de alguien”
El problema son las rupturas. ¿Como rompes con alguien con el que ni siquiera sabes sí tienes una relación?: “ya no quiero dormir contigo” “ya no le voy a decir a mis amigas que eres mi novio”.
Definitivamente antes era todo mucho más sencillo: “He estado pensando, y eres una persona maravillosa, pero… el problema no eres tú, soy yo. ¿Podemos seguir siendo amigos?”

martes, febrero 21, 2006

Generación Doctor en Alaska


Formo parte de esa generación que volvía pronto a casa los viernes o los sábados, dependiendo del día en que pasasen Doctor en Alaska. Daba igual que tu mejor amiga estuviera apunto de hacerte una confesión o que el chico de tus sueños se acercara a hablarte, recogías el abrigo y salías volando por la puerta de la discoteca de turno para ir a tu casa.

En España se les ocurrió la brillante de idea de sacar la primera temporada en DVD. Desde entonces espero que saquen la segunda. Eso fue hace dos años.
Me canse de esperar así que me compre la segunda y tercera temporada en Internet. Estuve una semana nerviosa, cuando llegaban las doce, estaba pendiente de mi cartero y de sí traía mi preciada compra… y por fin llego. Desde entonces he dejado de estudiar y dedico mi tiempo a intoxicarme con la mejor serie de todos los tiempos.

Estas son algunas de mis citas favoritas:

Dr. Fleischman: ¿Has visto a alguien que resulte más atractivo a las mujeres que Chris?
Ed: mmmm James Bond
Dr. Fleischman: Prueba con la vida real
Ed: no gracias

Holling: La gente habla y habla y luego ¿Qué? Shelly yo no te quiero por tu mente, te quiero por tu cuerpo… por el sexo
Shelly: ¿lo dices en serio?
Holling: Por supuesto que si
Shelly: Ohhh Holling yo también te quiero

Dr. Fleischman: (a Holling) ¿Entonces quieres que escriba a Hacienda diciendo que no puedes pagar tus impuestos porque no te encuentras bien?

Maggie: ¿Entonces que hago? ¿salgo solo con tipos que quisiera ver muertos?

Chris: En cada ser humano hay un lado oscuro todos queremos ser Obi Wan Kenobi y en gran medida lo somos pero también hay un Darth Vader dentro de nosotros. No se trata de que tengamos que elegir entre una cosa u otra porque estamos hablando de dialéctica, del bien y del mal que coexisten en nuestro interior. Podemos huir pero no escondernos. Seguid mi consejo, enfrentaos a la oscuridad cara a cara. Mirarla fijamente. Poseerla. Como dice nuestro amigo Nietzsche, ser un ser humano ya es bastante complicado así que darle un buen abrazo a la oscuridad del alma y gritar el eterno si.

viernes, febrero 17, 2006

Hoy ha sido un buen día

De jueves en jueves y tiro porque me toca, me invento mil excusas y no estudio así que me paso el día por pueblos de Madrid, y por la noche voy a la fiesta de un amigo de una amiga. Y mi amiga conoce a mi chico del autobús, me lo presenta. Por un momento dudo sí es él o no, este es el chico que me encontraba cada mañana con su café y su cigarro, y luego subíamos juntos al autobús dirección al trabajo. Rompe la barrera física y mientras habla me roza la mano. A mi espalda esta mi ataque de ansiedad. Así que intento no lanzarme sobre mi chico del autobús y pedirle que se quede conmigo… esta noche o las que necesite para olvidarle. Intento no fijar mi mirada en mi chico del autobús, ni en mi ataque de ansiedad, así que a lo lejos me encuentro con aquel ex con el que ya no me hablo. Es triste pensar que has compartido cama, risas y lágrimas con alguien con quien evitas la mirada. Así que vuelvo a centrarme en la conversación de mi chico del autobús sin herir los sentimientos de mi ataque de ansiedad que sigue a mi espalda. No sé como acabamos hablando de un tema absurdo, para que él vuelva a cogerme del brazo, ha llegado el momento de la despedida. “No nos volveremos a ver en el 115 mañana” “Pero nos volveremos a encontrar” No quiero-no puedo esperar para verte, y por supuesto no lo digo en voz alta. Dos besos mientras su brazo rodea mi cintura. Hasta pronto.

sábado, febrero 11, 2006

Oh amor amor

Síntomas: dificultades para respirar, sequedad en la boca, tiritonas, taquicardias, hormigas en el estomago, inseguridad, miedo, dificultades para pensar, tartamudear...

Yo pensaba que era amor. Pero era un ataque de ansiedad.

¿Cómo lo podía haber sabido? ¿Me podía haber ahorrado esa noche? Al fin y al cabo yo nunca antes había tenido un ataque de ansiedad…. ¿o si?

jueves, febrero 09, 2006

Aviso a los fans de "Alta Fidelidad"

Mañana se vende en un coleccionable la película y el libro de Alta Fidelidad. El libro esta descatalogado en España, así que esta es nuestra oportunidad de conseguirlo.

martes, febrero 07, 2006

Mis 5 extraños hábitos

El señor Yojimbo me ha pasado el testigo para esta cadena de 5 extraños hábitos:

1- Antes de encenderme un cigarro lo golpeo contra el paquete de tabaco, la mesa o mi mano, pero nunca por el lado del filtro como se suele hacer sino por el contrario. No estoy muy segura pero creo que se lo robe a Lauren Bacall o a Marlene Dietrich.

2- En el metro y en el autobús siempre voy haciendo surf: consiste en no agarrarte nunca a no ser que sea absolutamente necesario.

3- Hago carreras con desconocidos, especialmente en el metro, esto es, voy adelantando a la gente para llegar antes que ellos al andén, a la salida o donde sea. Los mejores adversarios son los niños, que son los únicos que se dan por aludidos, y con sus piernecitas mientras tiran de la mano de su madre intentan que no les adelantes. Normalmente cuando se dan cuenta de que es imposible, salen corriendo y te miran de frente con los brazos en jarras y desafiantes. “No vale correr, eso es trampa”. Siempre me sacan la lengua.

4- En los museos toco los cuadros que me gustan. Ya sé que no se debe hacer y que si todos hicieran lo mismo bla, bla, bla… pero no puedo evitarlo. He recibido más de una reprimenda por parte de los vigilantes de los museos pero sigo en ello.

5- Cuando me quiero ir de algún sitio golpeo los zapatos como en el “Mago de Oz” por si acaso me tele transporto a casa… Todavía no he tenido suerte.